Es el cohete que se lanza desde el Ayuntamiento de
Pamplona cada mediodía del 6 de julio para dar
inicio a las fiestas de San Fermín. Miles de
personas se congregan en la plaza consistorial
vestidas de blanco con un pañuelo rojo que no se
anudan al cuello hasta el chupinazo.
ORIGEN
El origen de esta tradición se halla a principios del
siglo XX. El Ayuntamiento de Pamplona contrataba
una empresa de pirotecnia que disparaba una serie
de cohetes el día 6 de julio, víspera de la fiesta de
san Fermín, para señalar el inicio de las fiestas.
Los cohetes se disparaban desde la Plaza del
Castillo por un empleado de la empresa, sin
mayores ceremonias.
En la década de los años treinta empezó a
congregarse una buena cantidad de público en el
momento del lanzamiento de los cohetes, y algunos
pamploneses solicitaban del operario que les
permitiese prender la mecha.
En 1939 fue un concejal del ayuntamiento, Joaquín
Ilundain, el que solicitó para sí el honor de disparar
el primer cohete, y a raíz de ello y junto con el
periodista José Mª Pérez Salazar promovió la idea
de que el lanzamiento de ese primer chupinazo se
hiciera con mayor solemnidad.
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