Del socialismo utópico al socialismo científico
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bargo, Owen no estaba satisfecho con lo conseguido. La
exitencia que había procurado a sus obreros distaba
mucho de ser, a sus ojos, una existencia digna de un ser
humano. "Aquellos hombres eran mis esclavos". Las
circunstancias relativamente favorables, en que les
había colocado estaban todavía muy lejos de
permitirles desarrollar racionalmente, y mucho menos
desenvolver libremente sus energías. "Y, sin
embargo, la parte productora de aquella población de
2.500 almas daba a la sociedad una suma de riqueza real que
apenas medio siglo antes hubiera requerido de 600.000 hombres
juntos. Yo me preguntaba: ¿adónde va a parar la
diferencia entre la riqueza consumida por estas 2.500
personas y la que hubieran tenido que consumir las
600.000?" La contestación era clara: esa
diferencia se invertía en abonar a los propietarios de
la empresa el cinco por ciento de interés sobre el
capital de instalación, a lo que venían a
sumarse más de 300.000 libras esterlinas de ganancia.
Y el caso de New Lanark era, sólo que en proporciones
mayores, el de todas las fábricas de Inglaterra.
"Sin esta nueva fuente de riqueza creada por las
máquinas, hubiera sido imposible llevar adelante las
guerras libradas para derribar a Napoleón y mantener
en pie los principios de la sociedad aristocrática. Y,
sin embargo, este nuevo poder era obra de la clase
obrera." (*). A ella debían pertenecer
también, por tanto, sus frutos. Las nuevas y
gigantescas fuerzas productivas, que hasta allí
sólo habían servido para que se enriqueciesen
unos cuantos y para la esclavización de las masas,
echaban, según Owen, las bases para una
reconstrucción social y estaban llamadas a trabajar
solamente para el bienestar colectivo, como propiedad
colectiva a todos los miembros de la sociedad.
Fue así, por este camino puramente práctico, como fruto, por decirlo así, de los cálculos de un hombre de negocios, como surgió el comunismo oweriano, que conservó en todo momento este carácter práctico. Así, en 1823, Owen propone un sistema de colonias comunistas para combatir la miseria reinante en Irlanda y presenta, en apoyo de su propuesta, un presupuesto completo de gastos de establecimiento, desembolsos anuales e ingresos probables. Y así (*) The Revolution in Mind and Practice (La revolución en el espíritu y en la práctica), un memorial dirigido a todos "los republicanos rojos, comunistas y socialistas de Europa", y enviado al Gobierno provisional francés de 1848, así como "a la reina Victoria y a sus consejeros responsables". (Nota de Engels.) |