Del socialismo utópico al socialismo científico
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rios. Y, si, en términos generales, la burguesía podía arrogarse el derecho a representar, en sus luchas contra la nobleza, además de sus intereses, los de las diferentes clases trabajadoras de la época, al lado de todo gran movimiento burgués que se desataba, estallaban movimientos independientes de aquella clase que era el precedente más o menos desarrollado del proletariado moderno. Tal fue en la época de la Reforma y de las guerras campesinas en Alemania la tendencia de los anabaptistas (*) y de Tomás Münzer; en la Gran Revolución inglesa, los "levellers" (**), y en la Gran Revolución francesa, Babeuf. Y estas sublevaciones revolucionarias de una clase independiente son acompañadas, a la vez, por las correspondientes manifestaciones teóricas; en los siglos XVI y XVII (***) aparecen las descripciones utópicas de un régimen ideal de la sociedad; en el siglo XVII, teorías directamente comunistas ya, como las de Morelly y Mably. La reivindicación de la igualdad no se limitaba a los derechos políticos, sino que se extendía a las condiciones sociales de vida de cada individuo; ya no se trataba de abolir tan sólo los privilegios de clase, sino de destruir las propias diferencias de clase. Un comunismo ascético, a lo espartano, que prohibía todos los goces de la vida: tal fue la primera forma de manifestarse de la nueva doctrina. Más tarde, vinieron los tres grandes utopistas: Saint-Simon, en quien la tendencia burguesa sigue afirmándose todavía, hasta cierto punto, junto a la tendencia proletaria; Fourier y Owen, quien, en el país donde la producción capitalista estaba más desarrollada y bajo la impresión de los antagonismos engendrados en ella, expuso en forma sitemática una serie de medidas encaminadas a abolir las diferencias de clase, en relación directa con el materialismo francés.


  (*) Anabaptistas "rebautizados". Partidarios de una secta religiosa que surgió en Alemania y los Países Bajos en el siglo XVI. Los miembros de esta secta se llamaban anabaptistas porque ellos exigían un segundo bautismo a una edad consciente. En la guerra campesina de 1524-1525, los anabaptistas, entre los cuales predominaban los campesinos, artesanos y pequeños comerciantes, se acercaban al ala más revolucionaria del movimiento, encabezada por Tomás Münzer. (N. de la Edit.)
  (**) Se trata de los "verdaderos levellers" o de los llamados "diggers", representantes de los intereses de los pobres de la ciudad y del campo en el período de la Revolución burguesa inglesa del siglo XVII. (N. de la Edit.)
  (***) Engels se refiere aquí a las obras de los represantantes del comunismo utópico Tomás Moro (siglo XVI) y Campanella (siglo XVII). (N. de la Edit.)