Del socialismo utópico al socialismo científico
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Pero sería una contradicción querer, de una
parte, buscar el origen de todas las ideas en el mundo de los
sentidos, y, de otra parte, afirmar que una palabra es algo
más que una palabra, que además de los seres
siempre concretos que nos representamos, exiten seres
universales. Una sustancia incorpórea es el mismo
contrasentido que un cuerpo incorpóreo. Cuerpo, ser,
suntancia, es una y la misma idea real. No se puede
separar el pensamiento de la materia que piensa. Es ella
el sujeto de todos los cambios. La palabra
"infinito" carece de sentido, si no es como
expresión de la capacidad de nuestro espíritu
para añadir sin fin. Como sólo lo material es
perceptible, susceptible de ser sabido, nada se sabe de la
existencia de Dios. Sólo mi propia existencia es
segura. Toda pasión humana es movimiento
mecánico que termina o empieza. Los objetos de los
impulsos son el bien. El hombre se halla sujeto a las mismas
leyes que la naturaleza. El poder y la libertad son cosas
idénticas.
"Hobbes sistematizó a Bacon, pero sin aportar nuevas pruebas en favor de su principio fundamental: el que los conocimientos y las ideas tienen su origen en el mundo de los sentidos. "Locke, en su obra: Essay on the Human understandig [Ensayo sobre el entendimiento humano] fundamenta el principio de Bacon y Hobbes. "Del mismo modo que Hobbes destruyó los prejucios teísticos (*) del materialismo baconiano, Collins, Dowvell, Coward, Hartley, Priestley, etc., derribaron la última barrera teológica del sensualismo de Locke. El deísmo (**) no es, por lo menos para los materialistas, más que un cómodo e indolente deshacerse de la religión" (***). (*) Es decir, pretenecientes al teísmo, doctrina filosófica religiosa que reconoce la existencia de una dividinad personal, creadora del universo. (N. de la Edit.) (**) Tendencia filosófica religiosa que rechaza la idea de una divinidad personal y reconoce la idea de un Dios impersonal, causa primera del mundo. (N. de la Edit.) (***) K. Marx und F. Engels, Die heilige Familie, Franfurt a M., 1845, S. 201-204. (C. Marx y F. Engels, La sagrada Familia, Frankfort del Meno, 1845, págs. 201-204). (Nota de Engels.) |